La respiración es muy importante para conseguir energía y así cargarnos como si fuésemos batería.
Este ejercicio también se puede utilizar cuando estamos enojados, estresados, depresivos... y así poder tranquilizarnos y sentirnos mejor.
Para ello, debemos escoger una habitación agradable para nosotros en la que estemos a solas, abra la ventana para que podamos respirar mejor y se ventile bien. Nos desprenderemos de toda esa ropa que incomode o aprieta, incluso podemos estar desnudos, eso si, tenemos que tener zapatos y calcetines quitados para estar en contacto con la tierra. Puedes escoger si hacerlo sentado con los pies tocando el suelo o levantado.
Respiraremos profundamente llenando la parte mas baja de los pulmones imaginando que estamos sacando la barriga, repitalo varias veces y cuantas veces quiera sin forzarte mucho.
Notarás que la tensión de tu cuerpo se va yendo y una tranquilidad la sustituye a su vez, ahora si estaba usted sentado se tendrá que levantar y poner los brazos caídos a lo largo del cuerpo, cierra los ojos y respira lentamente levantando los brazos como si fueras un pájaro a punto de alzar al vuelo. Imaginando que los pulmones llegan al ombligo, llenamos la parte de abajo primero y siguiendo después el resto. Recuerde que sin forzar mucho, contaremos hasta tres y vaciamos el aire poco a poco contando hasta ocho y dejando los brazos caer suavemente.
Repitiremos esta respiración diez veces.
Cuando ya hayamos dominado esa técnica pasaremos a una un poco mas compleja, igual pero de seguimientos 8-4-8 (Inspiración-retención-espiración). Después de ir practicando esto lo podremos hacer en cualquier sitio, trabajo, metro, parada del autobús, para la meditación...
Pero lo mas maravilloso es hacerlo en un bosque, escuchando el viento, los pájaros cantar, las ramas y ojas meziendose.
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